Encinares tropicales de la Sierra Madre Oriental
Generalidades
Puig lo llama bosque esclerófilo tropical haciendo alusión a la textura rígida de las hojas de los encinos, el término esclerófilo proviene de los vocablos griegos sclero (duro) y phyllon (hoja) y se usa para dirigirse a las plantas de hojas "tiesas", coriáceas, de cutícula gruesa y el término tropical hace alusión al régimen bioclimatico de esta comunidad vegetal sumamente interesante.
El término de encinar se justifica por el hecho de que una especie de encino, el Quercus oleoides, raras veces dos (Q. sororia y Q. glaucescens), es dominante.
Este ecosistema tan especial de la sierra madre oriental se presenta en forma de fragmentos desde Tamaulipas hasta Puebla,
siempre como comunidades aisladas a menos de 800 metros sobre el nivel
del mar y no esta representado más que en la vertiente Atlántica. Hasta el presente Q. oleoides no ha sido señalado en la costa pacífica. En la Huasteca, los bosques de Q. oleoides son doscontinuos y se encuentran en condiciones ecológicas muy diversificadas. Es posible reagruparlos en cuatro conjuntos geográficos:
1. El más importante esta situado al borde inmediato de la costa, y se extiende de manera mas o menos continuoa, de Punta Jerez, Tamaulipas a Tuxpan, Veracruz. Después de una interrupcion se vuelve a encontrar este mismo bosque en torno a Tecolutla y hasta Nautla, Veracruz. constituye una franja mas o menos paralela a la costa del Golfo, con un máximo de unos 10km de ancho. En Veracruz se encuentran pequeños bosques aislados al norte de Tepetzintla, una franja discontinua de mayor importancia cercana a Comapa, Xalapa, Actopan y Laguna Verde, un relicto entre el Puerto de Veracruz y Alvarado, y como pequeños manchones aislados entre Acayucan y Soteapan hasta Playa Vicente. Gómez Pompa (1966) describe los encinares de Misantla, Colipa y Nautla, en Veracruz, desarrollándose en la costa sobre suelos arcillosos y derivados de rocas basálticas.
2. El segundo conjunto comprende los bosques del norte de la sierra de Puebla, unicamente situados sobre las mesas basálticas y no sobre las colinas calcáreas que ocupan afloramientos ígneos que se presentan en forma intermitente y de pequeñas islas biogeográficas en medio de la selva mediana perennifolia en las estribaciones de la Sierra Norte de Puebla; estos bosques incluyen especies de selva tales como Ficus glaucescens, Sapium lateriflorum, Tapirira macrophyla y Alchornea latifolia. Están unidos al substrato, de modo que son discontinuos. Es posible relacionar los bosques esclerófilos de las mesetas basálticas de Huautla, Huazalingo, Calnali y San Felipe Orizatlan del norte de Hidalgo, con los de los alrededores de Tamazunchale, al sur de San Luis Potosí.
3. Otros bosques de Q. oleoides están situados al este de la pequeña sierra de Tansabaca, en los límites de los municipios de Tamasopo y Aquismón, del estado de San Luis Potosí sobre suelos arcillosos rojos o amarillos que en ciertas condiciones pueden incluir especies típicas de selva como Brosimun alicastrum, Bursera simaruba, Carpodiptera ameliae, Ceiba pentandra, Dendropanax arboreus, Tabebuia rosea, Zinowiewia integerrima y Zuelania guidonia.
4. Finalmente, el último conjunto de bosques esclerófilos tropicales esta situado al norte de Aldama, Tamaulipas, sobre rocas volcánicas del Cuaternario. Q. oleoides tiene una fisionomía y una ecología muy diferentes de las que posee en las anteriores regiones.
A pesar de las diferencias estructurales, fenológicas, florísticas y ecológicas que existen entre esos cuatro conjuntos, la gran dominancia de Q. oleoides permite que se reagrupe en una misma formación. Un estudio más profundo debería permitir distinguir en esta formación agrupaciones particulares (xérico, higrófilo, etc.); sin embargo, la realidad de los bosques de Q. oleoides permanece en su complejidad.
Origen
El bosque tropical esclerófilo (Quintero, 1974) o encinar tropical se considera que es un tipo de vegetación de
origen templado que logró ajustarse a las condiciones climáticas cálido
húmedas de las zonas bajas de latitudes tropicales. Es posible que estos
encinares tuvieran un papel relevante como refugio florístico y
faunístico durante el Pleistoceno (Prance, G.T. 1982
). Estas comunidades arbóreas sobrevivientes del Pleistoceno, se
comprende que debido a las bajas temperaturas durante la última
glaciación se pudieron desarrollar a bajas altitudes y latitudes,
inclusive hasta Costa Rica,
pero al término de la glaciación solo sobrevivieron comunidades
aisladas, las cuales se terminaron adaptando al clima cálido de la
planicie costera del Golfo. Cabe notar que Sarukhán (1968) y Sousa (1968) señalaron esta posibilidad debido a la conexión que presentan estos
encinares tropicales con encinares de zonas más altas, donde también se
presentan las especies de Quercus de los bosques tropicales.
Ecología
La amplia distribución del bosque tropical esclerófilo entre los paralelos 20° y 23°, en variadas condiciones edáficas y bioclimáticas, indica que no son estrictas sus exigencias ecológicas.
Los Bioclimas
Los blioclimas de los bosques de Q. oleoides presentan afinidades con los del bosque tropical medio subperenifolio, del bosque tropical bajo caducifolio, del bosque espinoso bajo caducifolio. No parece necesario detallar todos los bioclimas, pero conviene indicar los tipos bioclimáticos extremos entre los que podría desarrollarse.
Al norte, o sea en la región mas seca, el bioclima es tropical subseco, muy cálido en la llanura, con temporada seca larga. Corresponde al clima de la estación de Aldama, Tamps. alt. 90 m, T=23°5, P=620mm, tf=18°, Ms=8. Al sur, en condiciones más húmedas, hay un bioclima tropical subhúmedo, muy cálido de llanura, con temporada seca corta: estación de Tuxpan, Ver., alt. 14 m, P=1320 mm, T=24°5, tf=19°; Ms=3. Los caracteres bioclimáticos generales de este bosque van a oscilar entre los siguientes valores:
a) Temperatura media anual de 23 a 25° C
b) Temperatura del mes más frio de 18 a 20°C
c) Precipitaciones promedio anuales de 600 a 1500 mm
d) Número de meses secos de 2 a 8
De ello se pude concluir que Q. oleoides es poco sensible a las variaciones estacionales de las precipitaciones y de la duracion de la temporada seca. En cambio la temperatura del mes más frio puede ser el factor bioclimático limitante pues en todos los casos es superior a 18°C.
Suelos
En efecto, el factor edáfico es el que determina el cambio de vegetación, cuando bajo un mismo clima se encuentran los bosques medios subperennifolios, bajo caducifolio y esclerófilo. Los suelos del bosque esclerófilo pertenecen a cuatro tipos principales: arenosos, vertisoles, ligeramente ferralíticos, litosoles; pero en realidad, presentan siempre condiciones extremas de hidromorfía o de xericidad, que limitan la competencia de las demás especies.
Los suelos donde pueden presentarse estos bosques pueden ser suelos
aluviales muy antiguos, formados del arrastre de cenizas volcánicas, con
abundante grava cuarzosa en forma de cantos rodados, y se sitúan en las
partes altas de lomeríos donde el drenaje superficial es muy fuerte.
También se establecen en suelos derivados de materiales ígneos rocosos o
cenizas, de tipo extrusivo o intrusivo, que se presenta en forma de
mesas emergidas entre material calizo frágil, como puede observarse en
la planicie costera del norte de Veracruz
y las estribaciones de la Sierra Norte de Puebla, así como en San Luis
Potosí e Hidalgo. En estas circunstancias los suelos pueden ser negros,
arcillosos, someros, que sobreyacen a rocas basálticas o lateralíticos
indiferenciados profundos y rojos, igualmente derivados de ceniza
volcánica, el otro tipo es arenoso y de origen reciente, en planicies costeras de la zona
de Tampico, Tecolutla y Nautla, en la zona del Golfo Norte (Pennington y Sarukhán, 1998).
Estructura y fisionomía
La estructura y la fisionomía del bosque tropical esclerófilo dependen principalmente de dos factores, antrópico y edáfico. Muchos de estos bosques densos y pluristratas están, en efecto, frecuentemente perturbados por la acción del hombre, y transformados en bosques claros.
Si no se consideran más que las formaciones climáticas, con exclusión de los bosques secundarios perturbados, se distinguen dos tipos:
1. Por una parte, los bosques claros, situados en la región 4 sobre los litosoles bien drenados. su recubrimiento varía del 40 al 60%. No hay más que un solo estrato arbóreo bajo (de 5 a 7 m), un estrato arbustivo y un estrato herbáceo; muy pocas lianas y epífitos. En este tipo, Q. oleoides no es la unica especie dominante, Bursera simaruba es codominante. La flora comprende elementos del bosque bajo espinoso caducifolio. Se trata de un grupo ecológico xérico.
2. Por otra parte, los bosques densos localizados en las demás regiones, principalmente en la primera, sobre suelos mas o menos hidromorfos. Tienes dos estratos arbóreos: alto (20 - 25 m) y bajo (8-12m), un estrato arbustivo, un estrato herbáceo, lianas y epífitos. El recubrimiento es de un 80 a un 100%. Q. oleoides es frecuentemente el único dominante. Las demás especies arbóreas tienen un coeficiente de abundancia - dominancia francamente menos elevado. Son comunes a los bosques tropicales caducifolios y a los subperenifolios.
El 55% de las especies arbóreas de rellenos son perennifolias y el 45% son caducifolias. La floración se produce en el 60% de los casos antes o a principios de la temporada de lluvias es decir entre diciembre y junio. Para el resto, la floración se produce durante la temporada de lluvias.
Importancia
Debe destacarse también su papel ecológico preponderante, pues los
bosques de encino resultan ser excelentes biomejoradores edáficos, ya
que propician el desarrollo y el rejuvenecimiento del suelo a causa de
la incorporación constante de hojas y permiten un control natural así
como eficiente de la erosión, siendo también buenos retensores de suelo
evitando desplazamientos en las pendientes. Asimismo, evitan el
abatimiento de los mantos acuíferos, la desecación y azolve de presas,
así como tolvaneras, entre otros aspectos de índole ecológica. Poseen
resistencia como barrera ante huracanes y vientos fuertes, ya que son
árboles muy robustos y fuertemente anclados al suelo. Y por si eso fuera
poco, estos árboles constituyen un alto potencial de atractivo paisaje
escénico, en donde numerosas epifitas como las orquídeas, las bromelias, anturios, peperomias e inclusive hasta cactáceas crecen en los encinos del bosque, además de mantener en el sotobosque otras especies interesantes como cícadas (Dioon edule, Zamia inermis y Z. loddigesii, las dos primeras en peligro de extinción), palmas (Sabal mexicana, Acrocomia aculeata, Chamaedorea elegans) y dioscoréas; en suma, en los encinos se conforman importantes nichos ecológicos de los ecosistemas.
Los encinares tropicales son muy importantes para la fauna,
son fuente de alimentación ya que sus bayas son devoradas por una gran
cantidad de mamíferos como cotuzas, pecaríes, venados, ardillas,
ratones, cerdos, etc., y por las aves, algunos de estos animales también
encuentran en los encinos sitios ideales para anidación, reproducción y
caza. Al estar inmersos entre ecosistemas tropicales exuberantes
mantienen estrecha relación con la ecología de dichos ecosistemas,
funcionando como corredores y hábitat de la fauna. Una característica
peculiar de estos bosques es que suelen mantener humedad en el suelo
durante todo el año, además la humedad obtenida de la niebla en épocas
de sequía mantiene el sotobosque con gran variedad de hierbas y
epífitas, excelentes microhábitats para anfibios y reptiles, por tanto
la mayoría de las especies faunísticas (inclusive aves) no tienen que
migrar a otros sitios, manteniendo una abundancia y diversidad
relativamente constante a lo largo del año a causa de la disponibilidad
de especies base de la cadena trófica (Prance, 1982).
Problemática
Por las características de su madera, los bosques de encino han sido
muy explotados con fines forestales para la extracción de madera, para
la elaboración de carbón y tablas para el uso doméstico, lo cual provoca
que este tipo de vegetación tienda a fases secundarias las que a su vez
sean incorporadas a la actividad agrícola y principalmente pecuaria
(Rezedowski, 1978). Una vez talado el bosque de encinos, su recuperación es difícil
puesto que al ser de crecimiento lento suelen establecerse primero las
especies ruderales y de rápido desarrollo de las selvas o pastizales
aledaños, impidiendo la recuperación del bosque original. En el caso de
incendios forestales o quemas periódicas debido a la roza la
recuperación del bosque es aún más difícil ya que aparte de los
problemas anteriores, el fuego destruye los hongos micorrízicos del
suelo dificultando el crecimiento de nuevos encinos o la regeneración de
árboles a partir de los tocones, además de reducir la fertilidad
natural del suelo al volatilizar los compuestos nitrogenados. Esta
pérdida promueve que en encinares deforestados se formen acahuales de
selvas, este cambio afecta gravemente a poblaciones faunísticas
vulnerables, con baja movilidad y alta dependencia del encinar tropical,
como algunos reptiles y los anfibios del bosque en general. En otros
casos, la perturbación intensa de los encinares tropicales produce una
vegetación típicamente sabanoide con una drástica degradación de suelos.
En la Huasteca,
los suelos de encinares tropicales se han utilizado para cultivos
extensivos de caña de azúcar. Actualmente la Comisión Nacional para el conocimiento y uso de la biodiversidad (CONABIO)
ha determinado dos importantes regiones terrestres prioritarias que
presentan este tipo de bosques, una en la región tamaulipeca y la
segunda en el centro de Veracruz,
las cuales presentan problemas comunes de deforestación y
transformación a pastizales o sabanas debido principalmente a la
actividad agrícola y ganadera.
Siendo México
el país con mayor diversidad de encinos en el mundo, poco conocemos
sobre la biología, ecología, etnobotánica, y menos aún, sobre el
aprovechamiento sustentable de este útil y valioso ecosistema que es el
bosque tropical de encino.
Gracias Mané por informar al mundo sobre la existencia de tan interesantes formaciones forestales de tu país. Si viviese en México sin duda me interesaría por investigar más a fondo la ecología de estos bosques tan interesantes. Un saludo
ResponderEliminarSon súper interesantes, solo están en la vertiente del Golfo de México, del lado del Pacífico no hay, yo creo que es porque prefieren los vientos húmedos del Atlántico, son bosques muy bonitos, aunque desafortunadamente es un ecosistema en peligro de extinción, los mejores bosques en el estado de Veracruz los quieren tumbar para hacer la mina a cielo abierto Caballo Blanco, es denigrante como las autoridades solo quieren hincharse los bolsillos de dinero y destruír millones de años de evolución... Lamentable, aunque ya hay grupos orgaizados que están frenando su contrucción y parte de mi tesis doctoral versará sobre estos bosques tan poco conocidos por los mexicanos. Un abrazo :)
EliminarProbablemente son relictos de un tipo de vegetación mucho más extendida en el pasado, sin duda de origen neártico bajo clima mediterráneo. El desprecio de los políticos por la conservación es algo universal, son sobre todo traficantes de influencias que dan el beneplácito siempre al capital e ignoran los valores naturales. Solo la presión social puede cambiar esa conducta. Ya tengo ganas de saber de tu tesis, espero que incluyas tus conclusiones en el blog. Abrazos y ánimos con tu investigación
EliminarSí, esta vegetación muy probablemente formó parte de los llamados "refugios plesitocénicos", pero hay muy poca información al respecto para este ecosistema. Y lamento mucho la política de mi país y cuando uno alza la voz su vida esta en riesgo y más en donde vivo, apenas ser un contingente grande como las manifestaciones que se hacen en la gran ciudad de México. Ya llevo algo sobre mi tesis compartido en el blog, puedes leerlo aquí:
Eliminarhttp://sierra-madre-oriental.blogspot.mx/2013/06/viaje-etnobotanico-la-sierra-huasteca.html
Muchos saludos :)
Eso sería lo último, se prudente en ese aspecto. No se si sabes lo que le ocurrió a un colega cántabro como yo que estaba trabajando en temas conservacionistas en Brasil. Ahí te adjunto el link.
Eliminarhttp://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/08/07/actualidad/1375878411_161490.html
Voy leyendo tu blog poco a poco, pues tienes enorme información, pero sin aburrirme ni un poco. Ánimos y adelante
Sin duda fascinante toda la información en tu blog, muchas gracias por compartirla y por tan entusiasta pasion y esfuerzo en cuanto a conservación de nuestros recursos forestales, hidrográficos e hidrológicos de nuestro querido México. En lo personal me gusta mucho el Quercus Oleoides e intento aprender poco más al respecto, tendrás información o medidas registradas en tus excursiones sobre máximo DBH/DAP? Leí en un estudio de Costa Rica una relacion que cita un DAP de 80 cm asignando una edad estimada de 55 +/- 5 años (conteo de anillos de crecimiento), con margen de error según disponibilidad de agua y nutrientes. Que opinas de esta hipótesis, pudiera ser aplicable a nuestros encinares tropicales, o existe algún estudio similar en México? Saludos y felicidades por tan admirable esfuerzo y dedicación académica!
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